Prejuicios aparte, decidí ponerme a la lectura de Dublinés primero por el interés que Joyce, el protagonista de este especial biopic, genera en mi. Me he leido varias de sus obras y se me antojaba un autor de muchos contrastes y guerras internas. Ya me había acercado anteriormente al escritor en distintos manuales y escritos pero nunca a través de una novela gráfica, por lo que me pareció algo diferente.
He de decir que el estudio por parte de Zapico sobre la vida de este controvertido escritor irlandés es muy minuciosa. Con anécdotas y elementos de su vida muy bien elegidos que hacen que la lectura de este Dublinés sea un auténtico placer. Hay muchísimas referencias a autores de la época, intelecturales y artistas en general. Todo ello muy bien seleccionado para elaborar una crítica del mundo moderno representado por Joyce. Además la historia fluye de manera muy natural. Hay una gran parte didáctica, sobre todo para aquellos no muy iniciados en Joyce y su universo pero esto no se siente así a lo largo de las viñetas y el texto. Todo fluye de manera muy natural, ligero, ameno. La contextualización no se hace pesada, si no que está perfectamente integrada con el joyce adolescente, con el joyce esposo, con el joyce artista, con el joyce soberbio y juerguista, con el conflicto irlandés, con la guerra planeando de fondo, etc.
Es muy interesante cómo a través de los distintos dibujos y textos asistimos a un auténtico desfile de personajes conocidos hoy en día y que en aquel momento tenían fama dispar. Esta selección de autores y anécdotas es una manera de acercar el modernismo a la cultura popular por medio de la novela gráfica, lo cual es muy loable. A lo largo de las páginas tendremos encuentros con W.B. Yeats, con Bernard Shaw, con Samuel Beckett, con Virginia Woolf ( interesante ver el rechazo de la escritora al Ulyses y a Joyce por no pertenecer a la élite de la alta sociedad), con Ezra Pound ( un gran defensor suyo), con Carl G. Jung, Le Corbusier, Matisse, Marcel Proust, Lenin, Michael Collins, etc.
Con alguno de ellos tendrá Joyce una relación más cercana, con otros más anecdótica pero en general, en todas sus relaciones podremos percibir su desvergonzada valentía, su arrogancia, su lucha por publicar, su filosofía de vida. En general, representa una especie de héroe de la clase obrera que con tu tesón, su autoestima y su gran individualismo se fue abriendo camino. En definitiva, un personaje que no dejaba indiferente a nadie, generador de odios y de amores por igual. Quizás era un adelantado para su tiempo, en una Irlanda muy convencional, de la que prefirió huir para desarrollar su arte. El mismo decía "rechazo la iglesia, el hogar, los valores establecidos". Es decir que en esta biografía, Joyce es un poco antisistema, rechazando sobre todo una Irlanda arcaica para él, en la que la religión no te dejaba levantar cabeza y todo estaba cubierto de tintes demasiado románticos y nacionalistas. Esta actitud, por supuesto, generó muchas críticas dentro del "revival" irlandés. Sin embargo, lo paradójico de todo esto, es que a pesar de vivir en el exilio y de criticar Irlanda y sus instituciones, toda su vida escribió sobre ella y sobre Dublín en concreto.
Por tanto esta obra es mucho más que una biografía. Supone un magnífico acercamiento a lo que supuso la figura de Joyce en su época y para la vanguardia.
Leyendo el cómic nos damos cuenta de cómo la vida de Joyce está llena de luces y de sombras y cómo todo esto está presente en su obra; de cómo hay una simbiosis entre lo privado y lo público. En el cómic tenemos momentos tristes pero también mucho humor y un buen reflejo del carácter irlandés y de ese sentido del humor ácido, irónico y en ocasiones muy negro. Además este biopic es un cautivador viaje en tren por todas aquellas ciudades europeas donde Joyce residió o fue dejando su rastro. Podemos deleitarnos y disfrutar con los dibujos del Dublín de la època, de Trieste, de París, Zurich, Londres, etc. Por tanto ya no solo el texto, si no también los dibujos son un verdadero esfuerzo documental que nos ayudará a entender el devenir histórico y personal de este peculiar dublinés.
Concluyo diciendo que me parece muy recomendable. Me gusta cómo Zapico confecciona las historias, cómo elige los detalles y también sus temáticas. Digamos que me convenció muchísimo y en cierta manera me ha demostrado que él cómic es una herramienta de expresión muy poderosa y versátil. Por esta obra Alfonso Zapico obtuvo el Premio Nacional del Cómic 2012.
Ahora tengo entre mis manos Balada del Norte, Tomo I y estoy deseando empezar a leerlo y disfrutar de los dibujos, con un tema que además me toca más de cerca, ya os contaré la experiencia.
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