Las descripciones de Oporto resultan muy sugerentes. El autor introduce un montón de detalles costumbristas que hacen la novela más entretenida. Los contrastes norte/sur, es decir, Oporto/Lisboa resultan un gran homenaje al país por parte de Tabucchi. Firmino, al igual que Monteiro Rosso, está en pleno viaje vital. Está a punto de descubrir que esa ciudad sobre la que tiene tantos prejuicios al final alberga los mismos vicios y corrupciones que su natal Lisboa
Al margen de los detalles costumbrista en esta novela nos encontramos con un relato en torno al abuso de poder, de tortura, de miseria humana y social. La soledad y la melancolía también están presentes. Tabucchi sigue mostrándonos su compromiso político, sigue mostrándonos su idea del intelectual creador de inquietudes y esto transciende en esta novela, que denuncia el abuso sobre las minorias usando como interlocutor al joven Firmino y su investigación periodística.