"Stories matter. Many stories matter. Stories are being used to dispossess and to malign but stories can also be used to enpower and to humanize. Stories can break the dignity of people but stories can also repair that broken dignity. When we reject the single story. When we realize that there's never a single story about any place, we'll regain a kind of paradise"
Nuestras vidas están hechas de historias que se entrelazan, que se ignoran, que se malinterpretan y en general hay una tendencia a entender el mundo desde una sola perspectiva: la del mundo occidental, blanco y masculino. Por esto, este discurso de Chimamanda Ngozi Adichie nos advierte de lo peligroso de esta actitud porque nos lleva al menosprecio de la cultura, literatura y la historia del "otro" y en definitiva nos lleva a la ignorancia.
Por eso me gusta leer a este tipo de autoras que te ofrecen otro punto de vista; que te enseñan que el denostado "otro" tiene voz propia y esto nos puede ayudar a mejorar nuestra tolerancia y respeto por las múltiples culturas que hay en el mundo. Además, Chimamanda es una gran narradora. Tiene un estilo aparentemente sencillo que te atrapa. Nos cuenta las cosas al estilo de los viejos cuentacuentos y es cautivadora.
Poco a poco asistimos al descalabro del sueño de ese mundo intelectual biafreño que soñaba con una sociedad más justa y confiaba en conseguir la independencia de Nigeria. Es interesante ver y comparar a la revolución que ocurría en el salón de la casa de Odenigbo, ver las ilusiones de la clase ilustrada biafreña y la realidad y crueldad de la guerra real que supone el deterioro de esos idealismos. En el mundo de Olanna, la gente de las distintas etnias conviven con naturalidad. Los igbos, yorubas y hausas se relacionan con cierta normalidad pero con la revolución el odio hará estragos y el mundo ideal de alguno de nuestros protagonistas se desmorona por completo.
Una crítica al poscolonialismo, un reflejo de que la historia del otro ha sido borrada, aniquilada por occidente y esto nos embrutece. El libro es un buen retrato de un país al que la metropoli ( Inglaterra) deja lleno de piezas sueltas sin resolver. Un país en el que los intereses del petróleo mandan y generan un silencio internacional que no les proporciona los medios necesarios para sobrevivir. La autora quiere dejar muy claro que Biafra no era solo un lugar con hambruna atroz, sino que Occidente simplificaba la naturaleza del conflicto, dando por hecho que lo que ocurría allí era una simple lucha tribal sin más importancia.
Historia y ficción conviven a la perfección en un libro intenso, sincero, que nos ayudará a conocer un poco más un trocito de África y uno de sus episodios más recientes y a dejar de lado nuestros estereotipos europeos.